Plagas en las plantas | Qué son, tipos que existen y cómo combatirlas

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¿Qué son las plagas en las plantas?

El término de plaga ha evolucionado mucho desde el principio de los tiempos. Antiguamente se consideraba como tal a cualquier animal que pudiera hacer algún daño en la misma, por lo general en los cultivos. Ahora se sitúa al mismo nivel que una enfermedad.

De esta manera, se entiende cómo plaga una situación en la que un animal puede producir daños de índole económica.

Diferencias entre plagas y enfermedades

Una enfermedad no es un virus o bacteria, si no la situación en la que un organismo vivo ocasiona alteraciones en otro, produciendo síntomas determinados que pueden acarrear en daños económicos.

Gracias a este innovador concepto se puede separar el concepto de plaga del animal que lo produce, por lo que las clasificaciones de especies buenas y malas han quedado ya algo ambiguas. En lugar de ello, se debe de explicar porque una especie puede ser beneficiosa en un determinado lugar, así como perjudicial en otro.

Por poner un ejemplo, el conejo es un elemento fundamental del ecosistema mediterráneo. Al mismo tiempo, es perjudicial en Australia. Cómo ya hemos comentado, la plaga no es el conejo en si, si no la situación que se produce en las regiones en dónde vive, así como los datos económicos que derivan de la misma.

Tipos Plagas en las plantas (agricultura)

Cuando hablamos de plagas en la plantas, nos referimos a todos los animales, microorganismos y otras plantas que tienen un efecto nefasto sobre la agricultura de una determinada zona. Una plaga tan sólo podrá prosperar en el caso de que exista una buena fuente de alimento que se renueven.

Las medidas que se implantan para controlar la productividad de los cultivos suelen crear un ambiente propicio para que las plagas puedan llegar a proliferar. Por ello, el agricultor tendrá que establecer un sólido sistema que permita su control.

La definición más acertada, según la comunidad internacional, es la siguiente:

“Cualquier especie, raza o biotipo vegetal o animal o agente patógeno dañino para las plantas o productos vegetales” [FAO 1990; revisado FAO, 1995; CIPF, 1997] [CAN,.1997]” (referencia: Wikipedia).

Las plagas en las plantas se pueden clasificar en dos grandes tipos: de interior y de exterior.

Plagas en las plantas de interior

Estas son las plagas en las plantas de interior más habituales:

  • Cochinillas: Las cochinillas son un tipo de insecto que se caracteriza por tener una especie de escudo protector con varios colores, y de diferentes consistencias. Tienen un pico que clavarán en las hojas, con el objetivo de chupar la savia del interior de las mismas. Esto hará que pierdan el color, mostrando un aspecto amarillento, se secarán y finalmente se caerán.

Las cochinillas se pueden quitar con un poco de algodón impregnado en alcohol metílico y aplicando un poco de insecticida.

  • Pulgones: Los pulgones afectan a la planta de la misma manera que las cochinillas; usan su pico chupador para absorber la sabia, logrando que se deformen las hojas y brotes, haciendo que estos se enrollen sobre sí mismos. Derivado de este comportamiento se puede formar el Hongo Negrilla, además de atraer hormigas atraídas por la secreción de los pulgones al alimentarse de la sabia.

Podemos encontrar diferentes tipos de pulgones, en colores cómo amarillo, marrón y verde. Algunos pueden desplazarse de planta en planta gracias a sus alas.

Si no hay muchos pulgones, lo más recomendado es cortar las hojas y los brotes directamente. En el caso de que el ataque sea más grave, entonces no quedará otra que echar insecticida.

  • Mosca Blanca: Las moscas blancas se colocan en la zona del envés de la planta, dónde las picas, produciendo daños de gran importancia. Al final se decolorarán y tendrán un aspecto amarillento. Si se produce un ataque intenso en la zona, podrían llegar a hacer que se caigan.

La presencia de la mosca Blanca también puede hacer que prolifere el hongo de la Negrilla, además de recubrir la hoja de melaza.

  • Trips: Los trips son uno de los tipos de plagas en plantas más habituales. Son insectos muy pequeños (apenas miden unos milímetros). Pican las hojas, consiguiendo que estas se sequen hasta que se caen. También sienten predilección hacia las hojas, acabando con ellas.

A diferencia de otras plagas en las plantas, en este caso no suelen causar grandes destrozos.

  • Araña Roja: Las arañas rojas son muy pequeñas, por lo que es difícil verlas sin ayuda (es posible que tengamos que usar una lupa). Cómo la mosca Blanca, suelen preferir situarse en el envés de las hojas. Pican las hojas, haciendo que estas presenten un aspecto amarillento con puntitos amarillos o pardos. Con el paso del tiempo, si no se trata, la hoja se pudrirá y se caerá.

Esta plaga de plantas suele ser habitual de ambientes secos y muy calurosos; si el ataque es débil, aplicando un poco de agua con un pulverizador conseguirás que se vayan. Pero si no fuese así, no nos quedará más que usar un acaricida.

  • Orugas: Hay infinidad de tipos de orugas que pueden roer las hojas, cómo los plúsidos o las rosquilla verde. La principal característica de este tipo de insecto es que son bastante grandes cómo para cogerlas a mano, por lo que supone una buena forma de retirarlas. Si la plaga es muy extrema, entonces utiliza un insecticida.
  • Mariposa del Geranio: Considerada como una de las plagas más peligrosas, sobre todo para los Geranios. Se presentarán cómo unas larvas de un tamaño de 2cm de largo, con un color verde que se irá haciendo más oscuro con el paso del tiempo. Atacarán a los tallos, agujereándolos, y harán que las flores queden mustias.

En el caso de que la planta estuviera muy atacada ya no se podría hacer nada, habría que aislarla y desecharla, para evitar que contagie a cualquier plata vecina. Si no fuera así, lo primero que debemos salvar son los tallos afectados, y es que en el interior habrá pequeñas orugas que se los estarán comiendo. Tendremos que seguir un tratamiento de insecticida para plagas de plantas durante una frecuencia de 15 días.

  • Minadores: Los minadores son unas pequeñas larvas que crean galerías a lo largo de las hojas de la planta. Tan sólo se podrá detectar la presencia de la larva si se mira al trasluz. Una buena manera de acabar con los minadores es usar pulverizaciones con insecticidas sistémicos.
  • Mosquito verde: El mosquito verde es un pequeño insecto que, a diferencia de lo que se piensa, no tiene alas, si no que se desplaza de hoja en hoja dando saltos. Las picaduras afectarán a las hojas haciendo que se vuelvan amarillas, con un cambio muy parecido al que producen los ácaros. Estas plagas en el huerto pueden ser tratada con los mismos productos que hemos usado para combatir los pulgones.
  • Caracoles y babosas: Aunque puedan parecer inocuos, su acción deja unos daños bastante similares a los producidos por las orugas. La manera de diferenciar si han sido estos es la presencia de un rastro plateado que dejará la mucosa que usas para desplazarse. Al tener un tamaño considerable, podemos eliminar los caracoles de manera natural. También podemos utilizar trampas con cerveza o cebos que tengan su base en metaldehído (atraerá y atrapará a caracoles y babosas.
  • Hormigas: Las hormigas suelen presentarse si hay otras plagas en las plantas, cómo cochinillas o pulgones. La razón de ello es que estos insectos, una vez que se han alimentado del néctar de la planta, generan una secreción dulce que atrae a las hormigas.

No son una amenaza directa contra la planta, pero sí que es verdad que pueden causar algunos daños al proteger a los pulgones.

  • Gusanos de suelo: Hay diferentes gusanos de suelo que pueden afectar a las plantas, siendo los más habituales los gusanos blancos, los grises y los de alambre.
  • Nematodos: Son unos gusanitos que apenas miden 0,2mm, muy difíciles de detectar. Actúan introduciéndose en el interior de las raíces para poder alimentarse de ellas. En el momento en el que proliferan se convierten en un auténtico dolor de cabeza para la planta, siendo capaces de hasta acabar con ella.

Los síntomas que detectan  la presencia de nematodos (hojas de color verde pálido o marchitamiento), son los mismos que producen la falta o el exceso de agua, falta de nutrientes u otras tantas dolencias; por ello son tan complicados de detectar.

En el caso de que consigamos detectarlo, raramente podremos hacer nada. Habrá que arrancar las plantas afectadas en la maceta y quemarla todo, también el propio sustrato.

  • Cochinillas algodonosas de raíz: y terminamos las plagas en las plantas de interior con esta. Son unas cochinillas que afectan a la raíces. El principal síntoma se manifestará cómo que la planta no crece (siendo más habitual de los cactus).

Un buen tratamiento para evitar esta plaga de plantas es sumergir la maceta durante 20-30 minutos en una mezcla de Insecticidas con agua. Con este tiempo deberíamos acabar con la plaga.

Plagas en las plantas de exterior

Muchas de las plagas que se producen en plantas de interior también están presentes en el interior. Teniendo las condiciones de humedad y de temperatura adecuadas, es mucho más probable que se presenten plagas en las plantas, y al mismo tiempo que se hagan más fuertes.

Vamos a analizar algunas de las características de las principales plagas en el jardín:

  • Pulgones y hormigas: Son las más comunes y las primeras que se presentarán en el momento en el que haga calor. Estos insectos, aunque pequeños, son muy numerosos, y se presentarán intentando absorber la savia de la planta. Gracias a ello absorben los nutrientes que deberían de llegar a las células. Están ubicadas en el reverso de las hojas nuevas; si no se eliminan rápidamente se reproducirán llegando a un punto en el que la planta irá perdiendo color, se deformará y morirá.

Una solución ecológica para poder hacer frente a los pulgones es cruzar una mezcla de 2 cucharadas de escabas de jabón con 2 de alcohol diluido en un litro de agua.

En cuanto a la plaga en plantas por hormigas, cómo ya hemos comentado anteriormente, no atacarán directamente a la planta, pero propiciarán las condiciones para que los pulgones puedan llegar a sobrevivir, por lo que también resulta un problema importante. Existen productos cómo cilindros artificiales que desprenden un olor que atrae a las hormigas; la ventaja de este método es que este olor es tan atractivo cómo tóxico: las hormigas llegan al nido y así acaban con la vida de toda la colonia (con larvas y huevos también)

Si tan sólo presenciamos pulgones, podemos deshacernos rápidamente de ellos antes de que se presenten las hormigas.

  • Cochinillas de exterior: Las cochinillas son una de las plagas de plantas de exterior más habituales, presentándose más habitualmente en verano en climas secos. En invierno y en otoño son más comunes en plantas de interior. Se fijan a las plantas y utilizan su pico para absorber la sabia.

Con este comportamiento secan las hojas al absorber sus nutrientes, así como los nuevos brotes. Si la cantidad de savia que extraen es excesiva, pueden llegar a matar a la planta. En el lugar de absorción se produce una decoloración, generando manchas blancas o marrones en la planta. Además, producen una secreción dulce que alimenta a los hongos.

De la misma manera que para tratar pulgones, también existen ciertos insecticidas que servirán para que el insecto lo absorba y muera envenenado.

  • Mosca blanca: La mosca blanca es muy parecida al pulgón; es propia tanto de plantas de interior, cómo de plantas de interior. Más bien aparece en lugares donde la temperatura y humedad es muy elevada. Pone sus huevos en el envés de la hoja; desde ahí picará y se alimentará de la savia. Evita que los nutrientes lleguen a su destino, por lo que la hoja irá perdiendo color, se deformará y se pudrirá. Sus secreciones también alimentarán a los hongos.

Los insecticidas pulverizados son una buena opción para el tratamiento de estas plagas de plantas, ya que dañarán sus hojas y harán que la mosca sea más débil.

  • Gusanos y moluscos: Los gusanos atacarán directamente a los bulbos y las raíces, mientras que las babosas y los caracoles se decantan por los brotes más tiernos de verduras, frutas y hortalizas. Estos últimos dejarán un rastro de mucosa que, además de relevar el problema, también resulta muy tóxico para las plantas.

Una buena solución para acabar con esta plaga son los insecticidas en grano.

  • Avispa serradora: Este insecto ataca a la planta generando mordeduras simétricas en las plantas que han sido abonadas de manera excesiva. Se ven atraídas también por los ambientes muy secos. Con un antiplaga ubicado en la planta y suelo debería de ser más que suficiente cómo tratamiento.
  • Barrenadores: Considerada como una de las plagas más complicadas de eliminar. Ataca tanto a las hojas, a las frutas y a los trucos. Dejan agujeros en la base de la planta y en las hojas. Si el problema está muy extendiendo no queda más remedio que cortar la zona afectada y quemar todo para evitar que se pueda propagar.
  • Escarabajo de las flores: El escarabajo de las flores es otra plaga de plantas de exterior de las más peligrosas que nos podemos encontrar en nuestro cultivo. Tiene una gran acción destructiva, siendo capaz de acabar con los pétalos en tan sólo unas cuantas horas desde su llegada. Los ejemplares adultos, los más voraces, son fáciles de identificar, por lo que podemos acabar con ellos a mano. Cómo prefieren las zonas secas, aplicando un poco de agua sobre la planta puede ser suficiente para alejarlos.
  • Oruga procesionaria: Actúa secando las ramas y evitando que la planta pueda seguir creciendo. Son lo suficientemente grandes como para retirarlas a mano, aunque probablemente tengamos que eliminar los bolsones y quemarlos para evitar que prolifere la infección.
  • Rosquilla negra: Es un insecto que actúa por la noche. No suele dar muchos problemas, con un simple insecticida para plagas de plantas suele bastar.

¿Cómo combatir y eliminar las plangas en las plantas?

Encontrarnos plagas en nuestras plantas no es buena señal; además de no dar buena presencia, es posible que les estén afectando hasta tal punto de estar deteriorándose por dentro.

Los insecticidas parecen la solución más probable para cuando se trata de acabar con insectos. ¿El problema? Muchos de ellos son tan fuertes que no sólo mataríamos al insecto, si no que la planta seguiría el mismo camino. Por ello, antes de usar un insecticida, existen ciertos consejos que pueden venir muy bien:

Limpieza en las plantas

Manteniendo la limpieza podremos evitar plagas en las plantas. Reduciremos al mínimo la posibilidad de que acuda cualquier insecto y pueda proliferar. Además, también nos permitirá controlarlos antes de que se hagan demasiado grandes.

Para limpiarlas podemos utilizar un simple plumero, o bien aplicar un paño humedecido si las plantas tienen un tamaño considerable.

No te olvides de revisarlas de vez en cuando, para evitar cualquier sorpresa desagradable.

Remedios naturales

Los remedios naturales, además de ser bastante efectivos, no comprometen el medio ambiente, por lo que vale la pena probar con ellos antes de decantarnos por un insecticida. Existen toda una serie de remedios naturales que nos permiten acabar con las plagas en plantas. Utilizan productos cómo ajo, cebolla, manzanilla, albahaca, vinagre.

La mayoría de estos ingredientes tienen un olor muy fuerte, por lo que sirven para ahuyentar a los insectos.

Estos remedios suelen consistir en mezclar el ingrediente en cuestión con agua caliente, esperar a que se enfríe y luego aplicarlo en la planta en forma de pulverizador.

Cuidado con la humedad

Seguro que en más de una ocasión te encontrarás con una plaga de mosquitos volando alrededor de nuestras plantas. Estos mosquitos, de por si, no son una amenaza para ellas, pero es un indicativo de que algo estamos haciendo mal. La causa más habitual de su proliferación es un exceso de humedad (es decir, que estamos regando demasiado).

Si la planta es de exterior, habrá llegado el momento de cambiar la tierra y de evitar regarla tanto.

-Si es una planta de exterior, la mejor opción es esperara a que la tierra se seque y controlar la frecuencia con la que la estás regando.

Remedio para acabar con los pulgones

Cómo ya hemos visto, los pulgones son una de las plagas en plantas más habituales. Una buena solución para acabar con ellos es crear una mezcla de agua con un poco de jabón.

Cuando se presentan los pulgones es posible que haya mariquitas cerca de la planta. No deberías de acabar con ellas, ya que son depredadores de la plaga. Te ayudarán a acabar con los pulgones.

Remedio para acabar con las orugas

Otra plaga de plantas muy habitual son las orugas. Hay un método muy práctico que sirve para acabar con ellas; lo único que habrá que hacer es comprar un paquete de tabaco, poner agua a hervir e introducir en la olla los cigarrillos. La mezcla es muy tóxica, por lo que acabará con las orugas. Ten mucho cuidado ya que, si te pasas, también podrías llegar a matar a la planta. Una buena manera de controlarnos es utilizar un pulverizador.

Remedio para acabar con las avispas

Para acabar con las avispas podemos colocar trampas; lo más habitual es colocar un tarro o jarro con algo de líquido dulce (cómo puede ser la miel). Debido a la alta viscosidad de este líquido, se quedarán atrapadas de inmediato.

Remedio para evitar que los insectos suban a la planta.

Si lo que queremos evitar es que los insectos lleguen hasta a la planta, podemos colocar cinta adhesiva de doble cara a lo largo del tronco. Sin embargo, esta solución es algo extrema, y tan sólo será válida cuando estamos hablando de una planta que tenga un tronco considerable.

Con este completo glosario sobre plagas de plantas de lo tendrás más fácil a la hora de defender tu cultivo de cualquier insecto y enfermedad.